INTRODUCCIÓN
Samothes
era hijo de Jafet, hijo de Noé, que los relatos bíblicos le conocieron como
Mesec. Esta es la primera curiosidad, puesto que por regla general, se hace a
los celtas (o galos) descendientes de Gomer y no de Mesec, quien según Beroso,
se estableció en lo que hoy es Rusia, fundó la ciudad de Mazaca (Moscú) y el
pueblo fue llamado antiguamente mosocheni o mazaca y en sus tiempos recibieron
el nombre de capadocios. En cuanto a la descendencia de Gomer, fueron llamados
gomeritas antiguamente y en tiempos históricos recibieron el nombre de gálatas
o gallos; y tanto gálatas como capadocios solían vivir en tiempos apostólicos
en provincias vecinas de Asia Menor, lo que supondría en su historia una
amistad entre pueblos a lo largo de sus migraciones y que llevó al desarrollo
de celtas (descendientes de Mesec o capadocios) por un lado y galos
(descendientes de Gomer o gálatas) por el otro. También encontramos en Rusia el
vínculo entre Mesec y Samothes al norte del Mar Negro (Ucrania hoy en día) en
la antigua localidad de Sarmatia, nombre que nos recuerda a Samothes y recibe
dicha denominación por el pueblo de los sármatas (o saurómatas), vecinos de
escitas de quienes se piensa que descienden los celtas irlandeses.
Así,
estableciendo los vínculos existentes entre Samothes y Mesec (que son el mismo
personaje) y su relación con el resto de tribus celtas, galos o gálatas de Asia
Menor y capadocios y sármatas rusos, podemos hablar libremente de su historia.
PRIMERA DINASTÍA SAMOTHEANA
La casta de los druidas
Luego
del Diluvio Universal, los descendientes de Noé se dividieron el mundo.
Principalmente, Sem y su descendencia habitaron Medio Oriente, Cam y los suyos
a lo largo de África y en cuanto al linaje de Jafet, se extendieron desde India
e Irán, Rusia y toda Europa.
Gomer,
Magog y Mesec cohabitaron en armonía las estepas rusas mientras que Javán
partió a Grecia, Madai a Irán (de donde nacen los medos) Tiras a Italia y Tubal
a España.
En la
medida que los pueblos fueron aumentando su población, las migraciones
comenzaron desde las estepas rusas y específicamente, desde Ucrania (el urheimat indoeuropeo), donde Mesec, que
ya había fundado la antigua Mazaca, se convirtió en un gran líder como su
padre, de ahí recibió el nombre de Samothes, que es un término que los britanos
recogieron como summarius que quiere
decir “jefe” o “principal” pero que no conlleva el título de “rey” (como en rex, rix,
ric, rajá, rg, etcétera).
Desde entonces, bajo el nombre de Samothes, funda Sarmatia donde nace el pueblo
de los sármatas o saurómatas y migra con su tribu indoeuropea por tierras más
propicias.
Así es
como cruza Europa y llega a la
Céltica , nombre con el que fue conocido antiguamente la
actual Francia, y forma un imperio que abarca Francia, Bélgica, el norte de
España e Inglaterra —Esta es la migración céltica por Europa de los antiguos
celtas. Además de ser el primer habitante de la isla que pisó, según unas
versiones, doscientos años después del Diluvio, doscientos sesenta años después
del Diluvio hasta trescientos años después, en el 1650 anno mundi o el 1910 anno mundi
(por los tiempos en que Partholón, el celta antepasado de los tuatha dé, invadió
Irlanda) y llamó a la isla Samothea.
Samothes
enseñó a su pueblo la ley, la astronomía, una escritura de carácter fenicia —o
más bien rúnica—, política y moral (entendiéndose la palabra moral en su
carácter etimológico, es decir, enseñó costumbre, y con esto nos remitimos a la Sucesión
Discipular o Transmisión Oral). Además, para un grupo de
iniciados entregó un conocimiento superior sobre dios y el hombre, hombres de
filosofía que se hicieron llamar los samothei.
A
Samothes le sucedió su hijo en la
Céltica de nombre Mago, de quien, la Crónica supone que
recibieron el nombre los magos de Media; y a Mago le sucedió Sorronius, o
Sarron, hombre de gran conocimiento como sus antepasados, fundando escuelas
para preservar el conocimiento, para que los celtas no caigan en la barbarie y,
al igual que su abuelo Samothes, funda un movimiento denominado los sarronides, filósofos que creen que los
sacrificios corresponden sólo a un grupo elevado de hombres, es la idea que
pronto derivará en la casta de los druidas.
A
Sorronius le sucede su hijo Druiyus, también llamado Druis, quien perfecciona
las ideas de su padre y establece el grupo de los druidas, que consistía en la Sucesión Discipular ,
conocimientos sobre el entorno, sobre la deidad, medicina y otras ciencias
ocultas que, como establece La
Crónica y otros textos históricos, degeneró como el común de
las instituciones en un grupo de hombres poco honorables que se aprovecharon de
su poder.
Druiyus
fue sucedido por su hijo Bardus, poeta y músico de donde obtenemos la palabra “bardo”.
Bardus fundó una orden de poetas o heraldos llamados bardi, grupo tan respetado como la casta de los druidas, al punto
de que las batallas se detenían si habían bardos en el lugar. Pero después de
Druiyus y Bardus, los celtas pronto fueron olvidando los conocimientos y el
espíritu indoeuropeo, entonces llegó a Samothea el gigante Albión, hijo de
Neptuno, y conquistó la isla.
ALBIÓN
Albión de William Blake
Así
como los indoeuropeos se expandieron por Europa, los camitas pronto iniciaron
un periodo de conquistas que se concentró en el Egipto pre-dinástico, Cus (Etiopía)
y Libia. Y muy pronto el poder camita se expandió por las costas de Canaán
donde se convirtieron en expertos navegantes y al mando de su deidad principal
(que los egipcios le llamaron Ptah, padre de Ra, los griegos le conocieron como
Poseidón y los romanos como Neptuno), emprendieron rumbo por las costas del
Mediterráneo, extendiéndose a lo largo de tierras habitadas por indoeuropeos
(En las tierras de Javán, Grecia, se estableció Cadmo y los tebanos; en Italia
de Tiras los etruscos y en la
España de Tubal otros grupos fenicios).
Sin
embargo, la expansión camita por parte de su dios Neptuno descansa en la
extinguida civilización atlántica que desaparece una vez iniciado el Diluvio
Universal, y todo lo correspondiente a las costas atlánticas que alguna vez
dominó el imperio fundado por el dios del mar, fue reconquistado por los
gigantes, hijos y descendientes del mismo dios, lo que la historia conoció como
la cultura de los Megalíticos, ciclópeas construcciones de piedra que se
extienden por las costas atlánticas tanto europeas como africanas, alcanzando en
el caso de Europa, todas las tierras que se hizo con posterioridad nuestro héroe
Samothes.
Anteo,
uno de estos gigantes, toma lo que son las tierras de Mauritania; Gerión habitó
España; Lestrigo domina el norte de Italia, y Bergión y Albión toman Irlanda e
Inglaterra respectivamente. Al parecer, como dice Louis Charpentier, estos son
los gigantes conocidos como el pueblo de los ligures, y en honor a la verdad,
habitaron las costas atlánticas y la
Céltica en sí con anterioridad la llegada de los celtas
indoeuropeos que finalmente los derrotaron, se hicieron de los dólmenes,
menhires y cromlechs como suyos y adoptaron solo la deidad ligur principal, que
celtas continentales conocieron como Lugus y en Irlanda de hizo famoso con el
nombre de Lugh, el dios que se convirtió en rey de los tuatha dé. Los mismos
ciclos irlandeses se refieren a Lugh no como un tuatha dé, sino como un
extranjero descendiente de los fomoré, gigantes que habitaron Irlanda con
anterioridad a toda invasión celta y que etimológicamente vienen a ser “los que
vienen del mar”, es decir, los del pueblo del mar, los atlantes. Y entre sus
reyes encontramos cíclopes de las mismas características que Polifemo, hijo de
Poseidón, rey fundador de la
Atlántida.
Luego
de Bardus, la dinastía samotheana había tenido a los reyes Longho, Bardus II,
Lucus y Celtes. Es entonces cuando Albión encuentra al pueblo de Celtes, los
celtas, en momentos de alguna debilidad —física, espiritual o intelectual— y
aprovecha la ocasión para hacerles guerra y recuperar las antiguas tierras
ligures y atlánticas, empresa de la que resulta victorioso y decide nombrar a
la isla Samothea con su nombre. Desde entonces, la isla fue conocida como Albión.
Se
desconoce la etimología de Albión, pero claramente no era indoeuropea y celtas
y grecorromanos lo interpretaron como “La
Isla Blanca ”, según algunos, por los
acantilados de Dover. Empero el origen del nombre de la isla de Albión y del
gigante homónimo seguirá siendo un misterio.
Pero
al parecer, el nombre fue de buen gusto para los celtas samotheanos, quienes
recuperaron la isla hacia el 1330
a . C. cuando Heracles emprende un viaje a Occidente,
asesinando a todo gigante que fuera un impedimento para lograr sus doce
trabajos.
Al
respecto, los griegos dicen que Euristeo envía a Heracles dos veces al extremo
occidental del mundo: primero viaja a robarle el ganado a Gerión, matando a éste
y al gigante Caco en Italia. En Italia le hace frente luego Lestrigo, hermano
de Albión y Bergión, a quien Heracles también derrota en combate, lo que trajo
la ira de sus hermanos quienes parten desde sus islas a cobrar venganza por la
muerte de su hermano. Albión, rey de la isla de Albión, y Bergión, rey de
Irlanda, también son derrotados por el héroes griego quien logra llegar por fin
a Micenas con el ganado robado de Gerión. Tiempo después vuelve a las costas
atlánticas, esta vez a África, en busca de las manzanas doradas del jardín de
las hespérides, derrotando esta vez al gigante Anteo y saliendo victorioso con
las manzanas.
Ese
fue el fin del reinado de Albión y de la cultura Megalítica en las costas atlánticas,
los ligures fueron prontamente reemplazados por tribus célticas con la ayuda de
ejércitos helenos, es decir, grupos indoeuropeos que imponían el patriarcado en
una Europa ganadera, mesolítica y olvidada.
SEGUNDA DINASTÍA SAMOTHEANA
Guerreros pictos
Al
parecer no fueron muchos los años del reinado de Albión, porque Celtes, último
rey samotheano, recuperó el trono y la dinastía se mantuvo por varias
generaciones más que, en reconocimiento o recuerdo del conquistador hijo del
dios del mar, decidieron mantener el nombre de la isla como Albión y olvidar
ese antiguo nombre de Samothea, dada por su fundador.
Los
reyes que siguieron a Celtes fueron Galates, Harbon, Lugdus, Beligius, Iasius, Allobrox,
Romus, París, Lemanus, Olbius, Galates II, Nannes, Remis, Francus y Pictus, último
vástago del linaje de Samothes.
Estos
reyes no disfrutaron de largos reinados, sino que podemos deducir fácilmente
que fueron periodos breves en que se sucedieron unos con otros al punto en que
se desconocen sus hazañas. Además, luego de Pictus llegó a la isla de Albión el
héroe Brutus o Bruto de Troya, pariente de Eneas y sobreviviente de la caída de
su ciudad en manos de aqueos y dánaos. Sabemos que desde los doce trabajos de
Heracles y la caída de Troya no pasaron muchos años, al punto en que Agamenón
logró conocer a Heracles y luego vivir un corto reinado en Micenas para luego
ir en la conquista de Troya y morir al regresar, por tanto, todos estos reyes
samotheanos desde Celtes hasta Pictus reinaron durante la vida del héroe Agamenón
y quizás una década más.
Es
interesante cómo la historia de Samothes redactada en la Crónica de Holinshed, que
data de la Era Tudor ,
refleja toda una migración celta desde el urheimat
indoeuropeo. No seré el primero en dar a la luz ese origen celta en la Europa Oriental —del ciclo artúrico
también se dice que encuentra sus raíces en sármatas y otros pueblos iranios—
pero es bueno recordar la historia en su practica antigua: una historia vivida
a través de reyes y conquistadores, que vence a los pueblos cuando éstos
pierden su voluntad.
De tal
manera, a la llegada de Bruto de Troya, éste no encontró más que unos pocos
gigantes sobreviviendo por aquí y por allá y las tribus pictas del norte de la
isla (el pueblo del rey samotheano Pictus) y no tardó en hacerse señor de la
isla olvidada por los celtas y darle un nuevo nombre que sobrevive hasta
nuestros días: la isla de Gran Bretaña.
Bandera del Reino Unido