Bandera Nacional de Chile
La bandera nacional de la República de Chile fue
diseñada por el estadounidense Charles Wood que luchó por la independencia
chilena bajo José de San Martín. El diseño se entiende como una clara
influencia de las barras y estrellas de Estados Unidos al punto que guarda
bastantes semejanzas con la bandera de Texas.
A su vez, además de ese vínculo en
el diseño por los americanos, la bandera chilena usa los colores clásicos de la Revolución Francesa
(como la bandera de Francia) y ese ideal fundado en la libertad e igualdad de
la época como lo fue la anterior bandera chilena (bandera de la Transición ), Estados
Unidos, Cuba o Puerto Rico que también se caracterizan por el uso de estrellas
que en vexilología es parte del mismo objetivo.
Con ello, establecemos el vínculo
internacional que tiene nuestra bandera, adoptada el 18 de octubre de 1817 y
vigente hasta el día de hoy.
Pero como me gusta afirmar, Chile no
comenzó con OʼHiggins y las instituciones independentistas, hay mucho más hacia
el pasado, muchas más banderas que las tres comúnmente llamadas “de la Patria Vieja ”, “de la Transición ” y “de la Patria Nueva ”
existiendo enseñas desde la conquista, con símbolos que más que
institucionales, reflejaban la fe de españoles e indígenas que se remontaban al
origen de sus creencias, la cristiana por parte europea, y la Ancestral , por llamarle de
algún modo, la de mapuches. Así, entre las banderas que izaban los españoles,
tenemos la llamada Cruz de Borgoña, que es un paño blanco con un aspa dentada de
color rojo. Es en esta enseña donde encontramos ya el blanco y el rojo de
nuestra actual bandera. Sin embargo, una vez instalado Pedro de Valdivia,
tomado al joven Lautaro a su servicio y luego éste se libera y comienza la
lucha contra los conquistadores, alza una bandera tricolor con los colores
actuales, el blanco, azul y rojo, y una estrella solitaria. Esta podría
decirse, es la madre de nuestra actual bandera, nuestra chilenidad primitiva.
Cruz de Borgoña Bandera de Lautaro
Determinando históricamente que esta
bandera trataría de inicios de la conquista española, podemos decir con toda
claridad que la actual bandera nacional lleva dichos colores y la estrella no
por un vínculo estadounidense o francés, sino que por una inspiración netamente
local, ancestral, y por tanto, el blanco, azul y rojo y nuestra estrella
solitaria, serían así símbolos propiamente chilenos.
¿Pero qué significaban estos
colores? ¿Qué significaba la estrella?
Actualmente, se dice que nuestra
bandera nacional tiene el azul por el cielo, el blanco por la nieve de las
montañas, el rojo por la sangre de los héroes esparcida a lo largo de nuestra tierra
y la estrella solitaria como representación de nuestro Estado Unitario. Si bien
es muy común que en vexilología el azul suela significar cielo (o mar), el
blanco la nieve (o la pureza) y el rojo la sangre, ya determinamos que sería
apresurado afirmar que la estrella es motivo de “institución”, porque antes de
que hubiese Estado, mapuches y otros pueblos originarios al momento de la
conquista ya enarbolaban una estrella solitaria blanca en sus banderas. Es por
esto que he buscado el significado de nuestra actual bandera en el uso
original, primitivo del pueblo mapuche.
Como podrá apreciarse en la bandera
de Lautaro, existen los mismos colores actuales, y además, su diseño oculta dos
grandes símbolos aborígenes, los dos en color blanco:
El primero de ellos, una Cruz Andina
que separa el rojo exterior del azul interior, dicha cruz, o ngümin como le llaman los indígenas, no debe
entenderse como una cruz en el sentido cristiano, sino como una unión, un
vínculo, entre lo divino y lo terrenal. Es la cruz que puede verse de cierta
manera en geoglifos en el norte del país o en varias cantidades en una franja angosta
arriba y abajo de la actual bandera mapuche, de color blanco sobre negro.
Y el segundo símbolo es la clara
Estrella Solitaria en el centro de la bandera, sobre fondo azul, único símbolo
sobreviviente en nuestro actual pabellón nacional. Pero como podrá advertirse,
esta estrella difiere de la anterior en el hecho de contener ocho puntas, es la Estrella Solitaria
de Ocho Puntas, o Estrella de Ocho Puntas a la que el pueblo mapuche le llamó wünelfe y que curiosamente no representa ni una
estrella, ni un Estado o institución alguna, sino que un planeta, el planeta
Venus.
Venus, la Estrella e la Mañana,
Comúnmente representada con ocho puntas.
Es Venus la primera “estrella” en rebelarse
cuando comienza a anochecer, “la
Estrella del Ocaso” y desaparece cuando anochece para volver
a asomarse cuando se oculta toda estrella al amanecer y vuelve a ocultarse una
vez asciende el sol por las montañas, es el heraldo del sol, es “la Estrella de la Mañana ”, la que anuncia La Biblia , es Eosforo para los
griegos y Lucifer para los romanos. Y los mapuches utilizan dicho símbolo
porque sus mitos hablan precisamente que de esta “estrella” descendieron sus
dioses.
Según la tradición mapuche, en el principio de
los tiempos existió Antu (que los incas le llamaron Inti), el sol, el padre de
los dioses; entonces los Pillanes, dioses al servicio de Antu, y Peripillan, el
líder de estos dioses, deciden rebelarse contra su rey por cuanto éste realizó
obras impropias y se inicia una guerra allá en el cielo. Los Pillanes luego de
generaciones luchando son derrotados y caen a la Tierra dando vida a la
cadena de volcanes que forman nuestro país, y entre ellos, Peripillan, se
convierte en el rey, habitando el volcán Osorno. ¿Acaso esta historia no
resuena familiar en la tradición judeocristiana en que Lucifer se rebela contra
dios junto a sus huestes, caen desde el cielo, el Reino de Dios, y habitan el
inframundo? Pareciera que es la misma historia, que tiene ecos en el mito
hurrita-hitita de Anu y Alalu o el mito griego de Urano y Crono (o Saturno para
los romanos) entre otros muchos pueblos, es decir, ecos de la primera guerra
que conocieron los hombres de antaño donde sus dioses lucharon.
Cruz Andina, Tiahuanaco
Cuando Zecharía Sitchin observó el símbolo se
preguntó si acaso no fuera éste más que una cruz, como enlace entre dioses y
hombres, un vínculo, es decir, una escalera vista desde su centro hacia arriba,
una “Escalera al Cielo”, la misma Escalera de Jacob, y desde el punto de vista
de la ufología, una escalera de una nave espacial que une la Tierra con un mundo más
allá de nuestro planeta, puede que en Venus, o puede que de un mundo mucho más
lejano. De tal manera, la bandera de Lautaro sería interpretada desde su centro
hasta sus extremos como el blanco reino de los dioses (o extraterrestres), el
cielo o espacio azul que separa dicho lugar con el nuestro, el vínculo en
blanco, la escalera, y el rojo como la sangre de no cualquier héroe, sino de
los Pillanes, contenida en los volcanes.
Los herederos de Antu y Peripillán fueron
Treng-Treng y Cai-Cai, las serpientes de la tierra y de las aguas, y pronto los
dioses crearon a la humanidad, los Lituches, que se vieron enfrentados en una
nueva lucha divina entre estas dos serpientes. Y salvadas por la serpiente de
la tierra, los Lituches comenzaron a nombrarse “gente de la tierra”, es decir,
Mapuches, de donde descendió Lautaro.
Treng-Treng y Cai-Cai, herederos de Antu y Peripillan,
Señores de Chile.
Aún veo a lo largo de esta tierra la sangre
derramada de los héroes, y veo el blanco de nuestra “majestuosa montaña”, pero
comienzo a convencerme de que sólo el azul del cielo se encontraba en lo
correcto, lo blanco era símbolo de divinidad, del reino de Antu, de Peripillan,
de los Pillanes, de Treng-Treng y Cai-Cai como lo era la mal llamada Cruz Andina,
mientras que el rojo representa a los antepasados que tuvieron la osadía de
luchar contra dios, los verdaderos héroes, esos olvidados y temidos cada vez
que despiertan desde sus volcanes y nos recuerdan quienes son los verdaderos
chilenos, que, o la tumba serás de los
libres o el asilo contra la opresión.
El Joven Lautaro, obra de Pedro Subercaseaux